jueves, 16 de agosto de 2007

La Virgen del Prado, patrona de Ciudad Real brilla con luz propia


Después de la Misa Pontifical celebrada a primera hora de la mañana de ayer, la siguiente cita religiosa era la Solemne Procesión en honor a Santa María del Prado, cuando se cumplen cuarenta años desde su Coronación. Pasadas las ocho y cinco de la tarde, el pórtico gótico de la Basílica Catedral recibió a la Patrona de Ciudad Real entre un incesante repique de campanas que anunciaban su salida. La Virgen del Prado lucía para esta ocasión un manto en tisú de plata bordado en oro, regalado con motivo de su Coronación en el año 1967.
Uno de los detalles de la talla de la Patrona que reclamaba la atención de los asistentes era la integración en el manto de un escudo heráldico de la ciudad y del águila imperial. Entre la multitud congregada en los Jardines del Prado se abría paso el estandarte de la Corte de Honor- integrada por mujeres- que anunciaba el inicio del recorrido. Tras él, miles de fieles venidos de distintos puntos de la geografía provincial acompañaron a la imagen de la Patrona por los principales rincones de la ciudad.
Delante de la talla de Santa María del Prado –realizada por los escultores valencianos Rausell y Llorens- se encontraba el Hermano Mayor. Este año y por orden de antigüedad correspondía a Eloy Bermejo que recogía el testigo de Juan Bermúdez hasta la próxima Procesión de la Octava del 22 de agosto.
La Hermandad de la Patrona es heredera de la medieval Cofradía de la Cera cuyo cometido de caridad era aportar en los entierros de los difuntos más humildes, hachones de fuego en una época marcada por las profundas convicciones religiosas. En torno a una hora tardaron las más de 10.000 personas que participaron en la Solemne Procesión en realizar el recorrido, entrando la cabeza de la misma en las inmediaciones de la Basílica Catedral alrededor de las nueve de la noche. Quince minutos más tarde iniciaba su recorrido por el paseo del priorato de las Órdenes Militares la imagen de Santa María del Prado arropada por más de doscientos cincuenta hermanos.
Hay que reseñar que debido a la afluencia masiva de personas, el paso que portaba a la Patrona tuvo que esperar cerca de media hora para que las filas de la procesión avanzaran por los alrededores de la Basílica Catedral. En primer término se encontraba la representación canónica encabezada por el Obispo Prior de la Diócesis de Ciudad Real, Antonio Algora, además de los componentes del Cabildo Catedralicio y sacerdotes de las distintas parroquias de la ciudad.
Seguidamente, la figura oficial de los maceros acompañaba y rendía honores por segundo año consecutivo a la corporación. Esta histórica figura forma parte de la simbología municipal de la capital y está presente en actos como el Corpus Christi y el nombramiento de hijo predilecto. Los dos trajes adquiridos en 2006 -modelos de los conservados en la Diputación Provincial de Ciudad Real en el siglo XIX- son de color rojo carmesí y portan un gran medallón que alberga el escudo de la ciudad y la imagen de su fundador, Alfonso X el Sabio.
La corporación municipal en pleno estuvo presidida por la alcaldesa de Ciudad Real junto con los cuatro tenientes de alcalde. Rosa Romero asistía por primera vez como responsable del Consistorio ciudadrealeño a la Solemne Procesión de Santa María del Prado. Cerraban la representación institucional los máximos responsables en la provincia del Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil, así como del Ejército del Aire. (El Día)

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