Cuando nos desanimamos en Adviento
Me he dado cuenta que el diablo parece tener una predilección por hacernos daño en los días que celebramos nuestra fe.
Para adviento toma fuerzas y ataca a darse gusto.
Nos inyecta desanimo, tristeza, arrogancia, egoísmo. Y nosotros caemos como una fruta que ha madurado y apenas se sostiene en el árbol.
Le damos gusto a sus insinuaciones y nos desanimamos.
A veces me pasa también, y lucho contra este sentimiento porque sé que no viene de Dios.
Lo escucho con mucha frecuencia: paso estas fiestas muy triste.
El día en que la luz, la verdad, ha venido a iluminar este mundo, nos escondemos en las sombras.
Yo que tú, haría un esfuerzo este año. Sería feliz. Compartiría con ilusión y alegría.
¿Qué me propuse este adviento? Estar feliz. Ver todos los amaneceres que pueda y leer. Leer muchos libros de espiritualidad que tanto bien le hacen a nuestras almas. Ya lo decía don Bosco: "En el cielo sabréis el gran bien que produce una buena lectura".
He pasado estos días en reflexiones profundas sobre nuestra fe y la eternidad, sobre la ternura de nuestro Padre celestial, sobre el sentido de la vida.
Un libro me ha sido de gran ayuda y de inmenso consuelo: Historia de un Alma escrito por santa Teresita del Niño Jesús.
Si me preguntaras: ¿Qué puedo hacer en adviento?
Sin pensarlo dos veces te respondería: lee este libro.
Cada página es como una fogata con grandes llamaradas que prenden nuestra fe, la iluminan, la alimentan y la ayudan a crecer.
Por: Claudio de Castro
Para adviento toma fuerzas y ataca a darse gusto.
Nos inyecta desanimo, tristeza, arrogancia, egoísmo. Y nosotros caemos como una fruta que ha madurado y apenas se sostiene en el árbol.
Le damos gusto a sus insinuaciones y nos desanimamos.
A veces me pasa también, y lucho contra este sentimiento porque sé que no viene de Dios.
Lo escucho con mucha frecuencia: paso estas fiestas muy triste.
El día en que la luz, la verdad, ha venido a iluminar este mundo, nos escondemos en las sombras.
Yo que tú, haría un esfuerzo este año. Sería feliz. Compartiría con ilusión y alegría.
¿Qué me propuse este adviento? Estar feliz. Ver todos los amaneceres que pueda y leer. Leer muchos libros de espiritualidad que tanto bien le hacen a nuestras almas. Ya lo decía don Bosco: "En el cielo sabréis el gran bien que produce una buena lectura".
He pasado estos días en reflexiones profundas sobre nuestra fe y la eternidad, sobre la ternura de nuestro Padre celestial, sobre el sentido de la vida.
Un libro me ha sido de gran ayuda y de inmenso consuelo: Historia de un Alma escrito por santa Teresita del Niño Jesús.
Si me preguntaras: ¿Qué puedo hacer en adviento?
Sin pensarlo dos veces te respondería: lee este libro.
Cada página es como una fogata con grandes llamaradas que prenden nuestra fe, la iluminan, la alimentan y la ayudan a crecer.
Por: Claudio de Castro
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